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Cantharellus del grupo cibarius

Clavariadelphus pistillaris

Alloclavaria purpurea

Lactarius del grupo indigo

Doble hélice de ADN

Morfotipo de ectomicorriza

Aureoboletus garciae

Polyporus fomentarius

Xylaria hypoxylon

Ramírez Itzel, 2013

Mycosarcoma maydis

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Texcoco es la tierra de las aguas y los jardines de Nezahualcóyotl, de Chalchiuhtlicue y de Tláloc, la pareja fluvial, reunidos por los vientos de Ehécatl. A Texcoco se le piensa como lago, como ciudad, como frontera y punto de encuentro, de un pasado como bastión civilizatorio a un presente como punto nodal en los estudios de la tierra. Los hongos y Tláloc no vuelven porque nunca se fueron, reaparecen, en la continua búsqueda por acercarnos a los ciclos de la vida, con su sabiduría y sus posibilidades.

 

La imagen creada como logo del XIV Congreso Mexicano de Micología, es una exploración adaptativa, polisémica y sensible, ya que creemos que los hongos son parte de la construcción de nuestra percepción de la realidad, provocando el entusiasmo y la curiosidad que ilumina la imaginación y la razón. Un proceso que resurge en la búsqueda de un conocimiento que reúne saberes científicos, territoriales, experienciales, comunitarios, la reproducción de la vida, la tradición y la contemporaneidad, que une diversidad de matices y tonalidades, que al igual que la funga, aparece de maneras diversas, insospechadas, caprichosas.

 

Tláloc como personificación de la lluvia lo es también del rayo, del viento y de las nubes. Este entendimiento interrelacionado nos recuerda el principio de las redes de micelio, de la interconexión, nada está separado. No podemos pensar en el río sin la montaña, ni la relación cuenca-cerro sin las nubes y los vientos. Tláloc como un espacio geográfico específico es una elevación en la Sierra Nevada, pero como entendimiento un macromundo, una vasija donde se postra el agua.

 

Una proyección de ida y vuelta, donde cae el rayo emergen los hongos, donde se encuentra el hongo se abre el camino al cielo de nuestros abuelos y abuelas, el Tlalocan. En la tradición, este se encuentra arriba del Tláloc, y en su extensión la lluvia es perpetua y por lo tanto también la vegetación. Sería pensar en una fiesta, un paraíso, donde la vida es abundante. Desde nuestra micolatría, el mundo de Tláloc es un mundo para los hongos, como este Congreso.

 

A partir de la importancia de Tláloc, como deidad vinculada con la lluvia, fundamental para el desarrollo de los hongos, existe una interconexión entre nuestra bioculturalidad y nuestro patrimonio micocultural. En la figura que se muestran las especies o símbolos vinculados con la micología representadas en el logo.

 

Congresistas del XIV Congreso Mexicano de Micología

¡Sean bienvenidas y bienvenidos a tierras acolhuas, a Texcoco, capital prehispánica, cuna de Netzahualcóyotl, tierra rica en hongos comestibles y en sabiduría ancestral! 

 

Créditos:

Diseño de logo: Dra. Olivia Ayala Vásquez e Ing. Soledad Balbuena Carrasco

Ilustración de logo: Ing. Camila Varela Quintero

Texto: Dr. Jesús Pérez Moreno y Marcos Aurelio Espíndola

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